domingo, 10 de julio de 2011

Investigadores diseñaron macroproyecto integral para atender a enfermos de Huntington

08-07-2011
Se plantea un centro de atención, que cuente con hospitalización para 150 pacientes y se ofrezcan las consultas necesarias. Exhortan al Gobierno a atender este grave problema de salud pública

LUZ AdN/Gusmán Daboín Balza

Mientras en el resto del mundo la prevalencia de la enfermedad de Huntington (o mal de San Vito) es de 6 afectados por cada 100.000 habitantes, en algunas comunidades del estado Zulia existe una prevalencia de 2540 por cada 100.000 habitantes, según una investigación desarrollada en 2010 por la Unidad de Genética Médica (UGM) de la Facultad de Medicina de LUZ.
En el laboratorio estandarizan una técnica molecular para conocer el riesgo de la enfermedad y que una pareja decida si tiene hijos o no.
Según el jefe de la Sección Clínica de la UGM, Ernesto Solís, desde el año 1972 no se había desarrollado un censo epidemiológico, en el cual se encontró una prevalencia de 700 por cada 100 mil personas. Recientemente, junto con su equipo, retomó el abordaje de estas comunidades porque necesitan ayuda, son muy pobres y están enfermas.
“El estudio preliminar, hecho en el barrio San Luis del municipio San Francisco, demostró una prevalencia de 2540 por cada 100 mil habitantes, 3 veces más de la cifra previa. Esto debe llamar la atención del Gobierno y las autoridades, pues hay que abordar ese problema con la urgencia requerida”, explica.
Ese estudio epidemiológico –aún no publicado– demostró otros resultados interesantes: cuando compararon a todos los habitantes de esa población, familias enfermas y familias no enfermas, notaron que las afectadas son aquellas con mayor pobreza.
Tomando en cuenta la gravedad del asunto, diseñaron un macroproyecto enviado hace 5 meses al Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Allí se plantea un centro de atención y de investigación sobre la enfermedad, que contará con hospitalización para entre 100 y 150 pacientes y donde se ofrezcan todas las consultas necesarias: neurología, genética, psiquiatría, psicología, ginecología y obstetricia, pediatría, medicina interna, trabajo social, nutrición, fisioterapia, terapia ocupacional y toda una serie de consultas indispensables.
Debido a la enfermedad de Huntington, se presentan síntomas psiquiátricos, problemas cognitivos, falta de memoria, dificultad para hacer cálculos sencillos, lentitud mental y problemas motores, entre otros.
La aparición de estos síntomas a temprana se muestra como otro de los hallazgos resaltantes: “Hemos observado que en la comunidad cada vez hay más niños con la enfermedad, aunque en el resto del mundo la enfermedad en niños es poco común. En nuestras comunidades se está viendo con preocupación una afección mucho mayor que necesita atención”, agrega.
La aparición prematura de esa enfermedad se debe a una particularidad en la mutación del gen de la huntingtina, el cual de generación en generación pudiera presentarse más temprano. Es una mutación dinámica –distinta a las que se pueden estar acostumbrados en genética– porque existe la repetición de 3 letras del código genético (Citosina-Adenina-Guanina).
“Las personas con menos de 36 repeticiones son sanas, si presentan de 36 a 40 repeticiones pudieran no tener la enfermad, y con más de 40 repeticiones con seguridad la desarrollará. Un padre con 42 repeticiones puede tener hijos con 44, 46 o 60 repeticiones. Esto ocurre principalmente cuando el padre transmite la enfermedad, es extraño cuando lo hace la madre. A mayor cantidad de repeticiones, la enfermedad aparece más temprano, entre más generaciones pasan empiezan a ocurrir casos en niños”, asegura el coordinador del Programa Huntington Zulia.

Expansión de la enfermedad
Un cordón en la costa occidental del Lago de Maracaibo –las poblaciones del barrio San Luis, Barranquitas y Lagunetas– se presenta como un foco grave de la enfermedad. El hecho de ser comunidades aisladas y de difícil acceso facilitó la reproducción entre ellos mismos y, por consiguiente, perpetuó la enfermedad.
Sin embargo, con el desarrollo de vías de comunicación, la gente se ha ido desplazando y ha creado otros focos de la enfermedad que deben abordarse con educación y medidas preventivas de planificación familiar, de acuerdo con el profesor.
El investigador Solís recuerda que LUZ hizo un convenio en 1970 con la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, para hacer estudios en esas poblaciones: “El grupo estadounidense estuvo viajando mucho al Zulia para recolectar sangre y tejidos, con los cuales pudieron descubrir en 1993 el gen de la enfermedad. Esas investigaciones tuvieron un gran impacto en todo el mundo para el avance en el conocimiento del mal de San Vito”.
Pero se muestra inconforme en vista de que sin la colaboración de esas familias hubiese sido imposible tal descubrimiento, pues después de eso las familias no han recibido nada a pesar de que se les crearon expectativas de una cura para mejorar, tampoco recibieron asesoramiento ni educación.

Buscando soluciones
Con la intención de mejorar la calidad de vida de los afectados, el grupo del profesor Ernesto Solís está estandarizando la técnica molecular con la que se les podrá ofrecer la posibilidad de conocer el riesgo de enfermedad, de esa manera podrá decidir si tiene hijos o no.
“Existen técnicas de diagnóstico preimplantación: fecundar in vitro el espermatozoide y el óvulo y hacerles la prueba para conocer si esas células son portadoras de la enfermedad; así se facilita a las familias tener hijos sanos y no coartarles el derecho a la reproducción”, explica Solís.
Se vieron en la necesidad de ofrecerles educación y asesoría enfocadas en la toma de decisiones para su futuro. ¿Posible la cura? La idea con el centro de atención, desde la Unidad de Genética Médica, es crear un laboratorio para experimentar con células madre y terapias génicas.
“Hay resultados esperanzadores en modelos de ratones en terapia génica y la idea es empezar a estudiar en este aspecto con la enfermedad de Corea de Huntington. Debe ser una prioridad para los investigadores y para el Estado las políticas de atención y el apoyo a la investigación para las terapias de esta enfermedad”, enfatiza.
Mientras tanto, están a la espera del Ministerio, donde les han dicho que hay interés del Gobierno en atender este problema; igual observan buena disposición de la alcaldía de San Francisco.

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